
Antaño, el juez se ponía sus vestiduras, se ajustaba la peluca, y abandonaba su condición de ser humano. Era una máquina que dispensaba justicia… o lo que entonces se consideraba justicia. No había circunstancias atenuantes, ni piedad, ni comprensión. Eran los jueces que aplicaban el concepto de retribución, y que han sobrevivido hasta…