
Durante la Baja Edad Media el Mediterráneo va perdiendo, poco a poco, su carácter de centro exclusivo del comercio europeo. La fachada atlántica cobra un impresionante auge. Los navíos unen el Mediterráneo con los puertos de Francia, Flandes, Inglaterra y el Cantábrico. Poco a poco, tímidamente primero y de forma vertiginosa más tarde, se…