El origen de los nombres de muchos países actuales se halla ligado con alguna característica geográfica, recurso económico o tradición histórica. Lo curioso es que terminaron por imponerse, aunque no siempre pueda establecerse con toda claridad por qué ese nombre, y no otro, prendió en el alma popular de manera entrañable y definitiva.
Temo al hombre de un solo libro. La música páguela quien la oyere. ¡Lo he hallado! Ahora que tengo para comer, me dan banquetes. Esta medicina me curará de todos los males. ¡No seremos engañados por un ventrílocuo! Si me dicen que he fallecido, no me asombraría nada. ¡Avergüéncese quien mal piensa! Y más frases célebres… con su historia.
¿He dicho acaso alguna tontería? ¡Esa no es postura de difunto! Todo lo llevo conmigo. No sólo de pan vivirá el hombre. La suerte está echada. Como no sé leer, colócame una espada. El Estado soy yo. El sol será testigo del triunfo de nuestras armas. ¡Qué artista pierde el mundo! Y más frases célebres… con su historia.
El dinero no tiene olor. A enemigo que huye, puente de plata. ¡Oh, Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Otra victoria como ésta… y estamos perdidos. ¡Cómo pretendí igualar a tantos pueblos diferentes! Huyamos de los que no saben reír. Todo perdido, menos el honor. Y más frases célebres… con su historia.
Rama de la cultura cabalística que deduce significados secretos de palabras o frases mediante la traducción de sus equivalencias numéricas y el análisis del resultado obtenido. En diversas lenguas antiguas, cada una de las letras del alfabeto tiene asignado un número, de modo que para hallar la cifra que corresponde a una palabra apenas se…
El nombre es nuestra tarjeta de presentación. Nos singulariza aunque, a veces, en demasía. Lo que para unos es motivo de orgullo, parte esencial de su ser, incluso un fragmento de su propia alma, para otros es una pesada carga difícil de llevar y dura de soportar. Lo que nos distingue de la masa, lo que nos individualiza, puede acabar por…
Realmente resulta maravillosa la infinita complejidad y perfección del lenguaje humano. La palabra es quizá lo que mejor define al hombre. ¿Cómo hemos aprendido a hablar? ¿En qué se basa nuestra posibilidad del lenguaje hablado? Por supuesto, en la superior complejidad del cerebro humano. Pero no deja de ser extraña la rapidez y la perfección con que el…