
Desde su terrible viaje inaugural en 1912 hasta el descubrimiento de su tumba en el océano en 1985, el caso del Titanic ha fascinado a los creyentes en la precognición. En particular, se ha hecho hincapié en las similitudes existentes entre el Titanic real y la nave imaginaria, el Titán, cuyo hundimiento fue relatado en la novela Futility, escrita en 1898.