Los investigadores de la abducción o secuestro dicen que estos indicios son comunes en las personas presuntamente secuestradas por alienígenas: pérdida de tiempo, recuerdos confusos, terror irracional en situaciones que les recuerden el trauma reprimido, alteraciones del sueño, hemorragias, daños físicos (pinchazos, arañazos, heridas…).
Pocos viajes extraterrestres han sido narrados con tan extraordinario detalle como los supuestamente experimentados por una mujer de New England llamada Betty Andreasson. Casi por completo reprimidos durante años, los recuerdos de los viajes cósmicos de Andreasson salieron a la luz a través de unas sesiones de hipnosis en 1977 y 1980.
Poco tiempo después de observar un disco con aspecto de OVNI en los cielos de Cape Cod en el año 1964, el artista neoyorquino Budd Hopkins descubrió que el encuentro tenía eco en su vida y su arte. “Un rastro del recuerdo de la aparición -escribió- empezó a infiltrarse en mis cuadros en forma de círculo oscuro…
Muchas personas que creen haber sido víctimas de una abducción o secuestro padecen alteraciones psíquicas persistentes como resultado de sus pavorosas experiencias. Las visiones y sonidos del presunto encuentro los obsesionan en forma de grotescos recuerdos, y una voz interior los bombardea con un flujo de…